La otitis serosa es extraordinariamente frecuente pero que muchas veces pasa desapercibida a pesar de que los niños que la padecen suelen mostrarse de mal humor, taciturnos, huraños o sin ganas ni motivación para jugar.
Tanto es así que afecta al 80% de los niños en algún momento de la infancia. Siete de cada diez niños la sufren al menos una vez antes de los cuatro años y tiene múltiples nombres: otitis secretora, otitis seromucosa, otitis catarral, etc.
Este proceso se caracteriza por una colección de líquido seroso o mucoso en el espacio del oído medio.
Su evolución es favorable en la mayoría de los casos, pero su diagnóstico y tratamiento son fundamentales, ya que si no se detecta y se trata a tiempo, puede evolucionar en una pérdida auditiva indeseable en el periodo en el que el niño desarrolla su lenguaje.
¿Cómo se produce la otitis en niños?
Existen factores que aumentan significativamente el riesgo de padecer esta patología, como son la edad temprana, la estancia en la guardería, vivir en un ambiente de fumadores o tener un historial familiar o personal de alergias.
En el desarrollo y aparición de la otitis media serosa está implicada la trompa de Eustaquio, cuya función principal es equilibrar la presión del oído medio a la presión atmosférica, además de drenar la secreción de la mucosa del oído medio y protegerlo.
En niños la dirección de la trompa es horizontal o forma un ángulo de 10º con la horizontal, mientras que en el adulto ese ángulo es de 45º
El problema es que si la trompa de Eustaquio se obstruye, la presión del oído medio disminuye y, por tanto, el líquido se acumula.
La respiración bucal también tiene mucho que ver, ya que las fosas nasales pueden estar obstruidas por inflamación o hipertrofia adenoidea, de manera que con el llanto o al tragar se produce una presión que hace que los fluidos que provienen de la nasofaringe pasen directamente al oído medio.
Así es como debes tratar la otitis serosa
Los gérmenes más frecuentes que suelen encontrarse en las otitis medias agudas son el Streptococcus pneumoniae, el Haemophilus influenzae, la Moraxella catarrhalis, y el Streptococcus piogenes.
Para su tratamiento se suelen usar antiinflamatorios esteroides (reducen la inflamación y el dolor) y también antihistamínicos por vía oral.
De esta forma se puede encontrar el 95% de los casos de otitis serosa, ya que el tratamiento va dirigido a la eliminación del agente causal, pero también es importante saber que se pueden emplear diferentes pautas como la colocación de drenajes transtimpánicos.
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